Capitulo III

En el mundo de Apürk, la música es permanente, todos los sonidos que existen provienen de las partituras que alguien extravió y que nunca fueron escuchadas... las letras, son de aquellos poemas que nunca tuvieron destinatario, composiciones que en el aire quedaron. En más de una ocasión, algún pájaro tomo prestado aquella música incorporándola a su repertorio. Les hablo de las aves Cantarinas, uno de los tantos pájaros que habitan el mundo de Apürk. Estos dulces pájaros retoman cada partitura, cada nota musical, dándole su verdadero sonido, ya que reconocen el sentimiento de sus creadores.

Cada partituras creada por algún músico, es depositada suavemente en el árbol de la música. Este árbol posee todas las partituras del mundo, las hojas del árbol son las partituras, una rama es una obra completa cuidadosamente ordenada.

En algún lugar de la imaginación, la música, es el lenguaje de los hombres...